La Flor Más Grande del Mundo
Juego para tres o más amigos basado en el cuento “A Maior Flor Do Mundo” de José Saramago
Dedicado al mí querido Everardo compartirme experiencias tan valiosas y bellas, y por su escucha.
Al maestro Saramago, por enseñarnos que siempre debemos ver aun durante la ceguera.
Al Emilio Aragón, porque su música si me hico eco, y porque sin si quiera saberlo me inspirarlo a querer hacer eco también.
A Diego y a João por sus bellas ilustraciones.
A Enrique por escribir y dirigir “La luz del cocuyo es verde”, una obra para niños, tan linda y sin pretensiones impostadas, junto con todos los demás que participaron para realizarla.
Y a Antoine de Saint Exupery, donde quiera que este volando.
Personajes
El escritor (hombre mayor, aparenta más de 50 años, cabello cano, de traje algo gastado, pero sin corbata, de lentes gruesos y despeinado)
El (o la) escarabajo estercolero (la ropa es todo azul oscuro, salvo dos partes de tela blanca casi transparente en su espalda que está cubierta con otras dos de tela azul oscuro, sin zapatos, peinado para formar las antenas)
El niño (niño o actor muy bajito y jovial, aparenta muy pocos años, menos de 12, de preferencia 5 a 8, cabello claro, de camisa roja si es posible con muchos cuadritos de colores claros que lucen como libros abiertos o cerrados, shorts, gorra negra, zapatos bien voleados, peinado con raya del lado izquierdo)
El papá (hombre mayor, aparenta 35 años o más, ropa de trabajo, camisa de franela a cuadros, jeans sucios, lentes livianos, sombrero de trabajo o peinado hacia atrás).
La mamá (Mujer adulta, aparenta 28 años, vestido floreado, delantal de color claro, zapatos bajos suaves, peinada con cola de caballo, lentes)
El hermano (niño o joven, aparenta entre 13 y 17, cabello claro, de camisa negra, pantalón de deporte y sudadera de capucha)
El vecino (hombre mayor, aparenta cerca de 50 años, cabello cano, pantalón de vestir, saco café desabotonado, sin corbata, siempre trae una lupa en la mano, y lentes oscuros o de ser posible lentes que un cristal sea grueso y el otro sea negro, muy bien peinado, casi relamido)
La pariente (Mujer adulta, más de 30, ropa indiferente o negra, casi no se deja ver o solo voz)
La Flor (bata verde esperanza sencillo y sin pretensiones, gorrito amarillo con un sujetador en el que se detienen los pétalos de papel, primero café tostado o estraza, después de 7 colores)
Las personas del pueblo (cuantos voluntarios o voces se desee o necesite)
Escenario en tres partes
A izquierda del actor una silla o sillón ubicado levente en diagonal, o todo lo que se desee para creer la atmosfera de un estudio.
Al centro una pelota de playa color verde o café, o todo lo que se desee para crear la atmósfera de un campo; que a su vez oculta un área del piso rojizo o amarillento al centro arriba (al fondo) o lo que se desee para crear la atmósfera de un área seca casi desértica.
A derecha del actor una puerta o cortina, o todo lo que se desee para crear la atmosfera de una casa en una pueblito.
1
Por la pierna derecha entra corriendo Salvador (el niño), corriendo y pisando con fuerza y vuelve a salir.
2
Al centro (por entre telones si es posible) entra el escarabajo, juega con la pelota y la empuja, revelando un área de color rojizo o amarillento.
3
Por la pierna izquierda entra el escritor.
Enciende una lámpara o hace la mímica (luz sobre su hombro izquierdo congruente como el de una lámpara de pie), se sienta, saca un bolígrafo, va a escribir, se detiene, lo intenta de nuevo, toma su propio brazo y lo agita como si estuviera tratando de destapar un pedazo de tubería atascado o enselvado, lo intenta por tercera vez, se detiene, suelta el bolígrafo con frustración.
Escritor: Como me gustaría saber escribir historias para niños, pero nunca he sido capaz de aprender… esas historias deben contarse con palabras muy sencillas, porque los niños muy pequeños saben pocas palabras y no las quieren muy complicadas, sino hasta que están listos para ir a buscarlas en el diccionario y descubrir su significado.
(Pausa, mira sus manos, cierra lo puños, los relaja)
Porqué, además de saber elegir las palabras, es necesario tener la habilidad para contarlas de una manera clara, y a mí me falta paciencia. Se breve y sencillos y yo soy muy complicado. Ser honesto porque los niños saben distinguir cuando algo no es verdadero y aun no sé cómo serlo.
(Se tensa, se agacha aun sentado, se despeina aún más, se hace hacia atrás, respira, se relaja)
Si yo tuviera esas cualidades podría mostrar con detalle una historia preciosa, que un día llego hasta mí, y que, así como vas a verla, no es más que un extracto que se dice en dos palabras…
(Se acomoda en la silla o con todo y la silla, como si mirar hacia el público, pero mira un poco más abajo con modestia y humildad)
Se me tendrá que perdonar la vanidad de creer que era la historia más bonita que ha llegado a mí en mucho tiempo desde los días de cuentos de hadas, de princesas y principitos.
(Suspiro, se lleva el dorso de la mano hacia los ojos)
¡Pero… hace ya tanto tiempo de eso!
(Sale)
4
(Desde aquí todos los diálogos son opcionales, menos él último)
Entra Salvador, se inca, está jugando con fango o con arena mojada (o la mímica)
La mamá: (Voz en off) Salvador.
(Salvador voltea, en varias direcciones)
La mamá: (Voz en off) Salvador.
(Salvador voltea, hacia la derecha, un momento después entra la mamá)
La mamá: Hijito, ahí estas.
(Salvador asiente con la cabeza)
La mamá: Tu papá va a ir por leña al huerto, ¿quieres ir con él?
(Salvador sonríe y asiente con la cabeza otra vez, se pone de pie y sale corriendo por donde entró, un momento después entra el papá)
El papá: Ya está me voy, no me tardo.
La mamá: Espera, ¿no te llevas a tu hijo?
El papá: Pero, Juan no quiere ir.
(Entra el hermano con la cara casi cubierta por la capucha de la sudadera y con los brazos cruzados).
El hermano: Si, ya la dije, no quiero ir.
La mamá: Hijo, ¿Ahora por qué estas molesto?
El hermano: Pues… ¡no se!
(El hermano sale)
La mamá: Ay, la edad… voy a habla con él… Pero yo me refería a Salvador.
El papá: ¿Y dónde está?
La mamá: (mientras va saliendo) Seguro fue por una caja.
El papá: (a solas) ¡Ay Salvador! (hacia donde salí la mamá y dile a tu parienta que si al menos salude.
La parienta: (apenas asomándose con el ceño fruncido o solo voz en off) ¿Qué, crees que si no te saludo de mí no hay noticia?
(Entra Salvador con una caja de zapatos con notorios agujeros)
El papá: Vamos
(Caminan en círculos por el escenario, hasta que se detienen al centro abajo/al frente, el papá hace la mímica de cortar un árbol que está en proscenio, Salvador se sienta con aburrimiento)
El papá: (A Salvador) No voy a tardar, ve a jugar.
(Salvador sonríe y sale corriendo haciendo círculos hacia el centro del escenario, el papá sale poco a poco)
5
Salvador sigue corriendo en círculos, pisoteando con fuerza, por el otro lado el escarabajo entra caminando con gracia, y empuja la pelota poco a poquito; de repente tiembla como si hubiera un temblor, mira hacia lo más alto de frente, se asusta, se tira al suelo y trata de hacerse chiquito.
Salvador se detiene en seco con un pie en el aire, mira hacia lo más bajo de frente, retrocede un paso, se agacha con cuidado, baja la mano y extiende dos dedos y hace la mímica de tomar un objeto del suelo con mucho cuidado y delicadeza, el escarabajo rueda en el piso y se queda tirado.
Salvador lleva su mano a la caja de zapatos y la cierra, vuelve a tomar algo del piso pero con menos cuidado, abre un poco la tapa de la caja y suelta algo en su interior, se revisa los dedos, están pegajosos. El escarabajo se abraza de la pelota como si le hubiera caído encima y rueda más al fondo del escenario.
Salvador sujeta la caja bajo un brazo y va agitando el otro como si estuviera aleteando, y corre rápidamente de un lado a otro del escenario, y luego en zigzag hacia el fondo del escenario.
6
El vecino entra por el lado contrario por donde salió el papá, está examinando cosas con su lupa.
Vecino: ¿Salvador?
(Salvador sale del fondo del escenario)
Vecino: Ay niño, saliste del fondo del huerto y brincando de árbol en árbol, como un jilguerito.
(Salvador se acerca despacio al vecino)
Vecino: ¿Qué haces aquí? ¿Sigues el curso del rio? Te veo entrenado en los juegos que el tiempo de la infancia a todos alguna vez nos ha permitido.
(Salvador muestra la caja)
Vecino: ¿Qué tienes ahí? (Mira con su lupa a través de los agujeros de la caja, simultaneo, el escarabajo se asusta) Es un coleóptero
(Salvador lo mira, no entiende)
Vecino: Es un escarabajo estercolero, o sea que come…
(Salvador lo mira con rareza y confusión)
Vecino: Es un escarabajo pelotero… juega con pelotas.
(Salvador sonríe y señala la caja, el escarabajo abraza la pelota)
Vecino: (con un leve asco) Si… pelotas como esas.
(Salvador sonríe en grande y se va corriendo, sale)
Vecino: Niño, no vayas a cruzar el rio, a tu papá no le gusta que… hay que vecinos.
(El vecino lo sigue y sale)
7
Salvador entra y corre de un extremo al otro del escenario, tropieza un momento.
El escarabajo se agita y le aleja rodando hacia un lado del escenario aferrado a la pelota.
Salvador deja caer la caja, el escarabajo suelta la pelota sacándola del escenario y sale saltando mostrando las alas de tela y corre al lado contrario del escenario y Salvador lo persigue.
El escarabajo sale por un extremo.
Salvador sale por el mismo extremo.
8
Entra la flor por un lado del escenario, queda recostada en el piso, muy cerca del extremo del proscenio, de espaldas al público con la corona de pétalos secos.
Salvador entra, se quita los zapatos y hace la mímica de chapotear en el agua, mira hacia el centro del escenario y mira el área de otro color (cambio de luces si es posible), avanza.
Salvador: (apenas audible) ¡Es el planeta Marte!
Salvador: (se toma su tiempo) ¿Voy o no voy?
El escritor: (Voz en off): Y fue, El rio quedó atrás y se desvanecía, y eso le agradó porque estaba un poco harto de ver lo mismo todos los días. Decidió entonces cortar a través del campo dejando los setos de campanillas blancas, de perfumadas azahares y los altos fresnos y los penetrantes cedros, hacia donde había claros tranquilos sin rastros de personas ni animales, y alrededor de un silencio que zumbaba, y también un calor vegetal, un olor de tallo fresco sangrado como hierva herida.
Anduvo y anduvo en la inhóspita colina redonda como una taza boca abajo.
Se tomó el niño el trabajo de subir el cerrito y cuando llegó a la cima, ¿y qué vio? Ni la suerte, ni la muerte, ni las tablas del destino. (Salvador se detiene junto a la flor)
Era solo una flor, pero tan decaída y marchita que el niño se le acercó, pese al cansancio.
Pero como este niño es especial, es un niño de un cuento, es un niño como tú eres o fuiste, por supuesto que es el héroe de esta historia.
Salvador: ¡Debo salvarte!
El escritor: (Voz en off): Pero ¿qué hacer con el agua? En el desierto allí en lo alto, no hay ni una gota.
Salvador: (Salvador mira al extremo opuesto). ¡El rio Nilo!
9
Cambio de luces
Salvador correo al extremo opuesto, cuando llega se detiene, se agacha, hace la mímica de tomar agua, corre sin bajar las manos al primer externo, y lo vuelve hacer al menos tres.
El escritor: (Voz en off): Y Salvador corrió atravesó de los mundo saltando sobre la muralla china y el gran cañón, y lo vuelve a travesar de regreso y le trae tres gotas a la flor sedienta… Veinte veces cruza la Tierra, Cien veces le da la vuelta a la luna y mil veces a la Vial Láctea.
(Salvador esta agitado y se sienta en el piso)
El escritor: (Voz en off): Con sangre en los pies descalzos y cansancio en todo su cuerpo…
(Salvador se queda recostado junto a la flor muy lentamente, la flor se pone de pie muy lentamente, casi vertebra por vertebra, se quita el adorno con los pétalos secos y se pone el que tiene los pétalos de siete colores)
El escritor: (Voz en off): Pero la flor erguida y sanada, ya da daba perfume, y como si fuera un roble proyecta sombra en el suelo.
(La flor toma un pétalo, lo desdobla y cubre a Salvador como su lo arropara)
10
Cambio de luces tenue congruente con el atardecer.
Entra el papá por el extremo opuesto, llamando a Salvador.
Las personas del pueblo (extra, siluetas o voces en off) llaman también al niño y murmuran.
El papá avanza muy lentamente por todo el escenario y se detiene a los pies de la flor y la mira desde abajo hasta arriba como si estuviera contemplando un eucalipto gigantesco.
Murmullos de habitantes del pueblo nos sobre la flor.
El papá abraza a Salvador. Lo levanta en sus brazos y recorren el escenario.
Todos salen.
11
El escarabajo se asoma poquito por el lado opuesto al que salió Salvador (donde estaba la flor).
Salvador se asoma por el mismo lado por el que lo sacó su papá, y se quedan mirándose.
Salvador abra la caja de zapatos, mete la mano, hace la pantomima de sacar algo.
La pelota rueda de extremo a extremo del escenario y la atrapa la detiene el escarabajo.
Salvador y el escarabajo se despiden y salen.
El escritor: (Voz en off): Y cuando la gente del pueblo llevaron a Salvador a su casa, rodeado de todo el respeto, como obra de un prodigio. Cuando luego pasaba por la calles, las personas decían que había salido de la casa para hacer una cosa que era mayor que su tamaño.
Salvador y su papa entran por un lado, su mamá por el contrario, se abrazan y vuelven a salir.
12
Entra el escritor y se sienta.
Escritor: Y esto es lo que yo quería contar, me da mucha pena no saber hacer cuentos para niños, pero ¿qué pasaría si los cuentos para niños fueran lectura obligatoria para los adultos?... ¿seríamos verdaderamente capaces de aprender y de entender las cosas que nosotros mismos venimos enseñando desde hace tanto tiempo?... ¿serías capaces de verlo o de sentirlo sin prejuicios, sin enojo, sin pretensiones, como lo habríamos hecho hace un cuarto de siglo?…
Pero ahora que conoces la historia que hoy llego hasta mí, gracias a la inspiración de muchas personas, puedes filtrarla o explicarla a tu manera, con palabras más sencillas que las mías, y por ti mismo o con ayuda de tus amigos… y mostrársela a alguien más.
(Sonríe, se despide y sale… sin pretensiones).
Oscuro o telón
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