Howard Gardner añade que así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencia. Hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la Universidad Harvard han identificado [al menos] ocho tipos distintos:
Y ESTE ES EL TOP TEN.
10.- Inteligencia corporal cinética
Artículo principal: Inteligencia corporal cinética
La evolución de los movimientos corporales especializados es de importancia obvia para la especie, y en los humanos esta adaptación se extiende al uso de herramientas. El movimiento del cuerpo sigue un desarrollo claramente definido en los niños y no hay duda de su universalidad cultural.
La consideración del conocimiento cinético corporal como "apto para la solución de problemas" puede ser menos intuitiva; sin embargo utilizar el cuerpo para expresar emociones (danza) o para competir (deportes), o para crear (artes plásticas) constituye evidencias de la dimensión cognitiva del uso corporal.
Aspectos biológicos - El control del movimiento corporal se localiza en la corteza motora, y cada hemisferio domina o controla los movimientos corporales correspondientes al lado opuesto. En los diestros, el dominio de este movimiento se suele situar en el hemisferio izquierdo. La habilidad para realizar movimientos voluntarios puede resultar dañada, incluso en individuos que puedan ejecutar los mismos movimientos de forma refleja o involuntaria. La existencia de apraxia específica constituye una línea de evidencia a favor de una inteligencia cinética corporal.
Capacidades implicadas - Capacidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio.
Habilidades relacionadas - Utilizar las manos para crear o hacer reparaciones, expresarse a través del cuerpo.
Perfiles profesionales - Escultores, cirujanos, actores de teatro, bailarines, etc.
9.- Inteligencia emocional
Aunque las definiciones tradicionales de inteligencia hacen hincapié en los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver problemas, varios influyentes investigadores en el ámbito del estudio de la inteligencia comienzan a reconocer la importancia de los aspectos no cognitivos. Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas. David Wechsler en 1940, describe la influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento inteligente, y sostiene, además, que nuestros modelos de inteligencia no serán completos hasta que no puedan describir adecuadamente estos factores.La memoria emocional
Las opiniones inconscientes son recuerdos emocionales que se almacenan en la amígdala. El hipocampo registra los hechos puros, y la amígdala es la encargada de registrar el «clima emocional» que acompaña a estos hechos. Para LeDoux: «el hipocampo es una estructura fundamental para reconocer un rostro como el de su prima, pero es la amígdala la que le agrega el clima emocional de que no parece tenerla en mucha estima». Esto significa que el cerebro dispone de dos sistemas de registro, uno para los hechos ordinarios y otro para los recuerdos con una intensa carga emocional. Un sistema de alarma anticuado
En el cambiante mundo social, uno de los inconvenientes de este sistema de alarma neuronal es que, con más frecuencia de la deseable, el mensaje de urgencia mandado por la amígdala suele ser obsoleto. La amígdala examina la experiencia presente y la compara con lo que sucedió en el pasado, utilizando un método asociativo, equiparando situaciones por el mero hecho de compartir unos pocos rasgos característicos similares, haciendo reaccionar con respuestas que fueron grabadas mucho tiempo atrás, a veces obsoletas.En opinión de LeDoux, la interacción entre el niño y sus cuidadores durante los primeros años de vida constituye un auténtico aprendizaje emocional, y es tan poderoso y resulta tan difícil de comprender para el adulto porque está grabado en la amígdala con la tosca impronta no verbal propia de la vida emocional. Lo que explica el desconcierto ante nuestros propios estallidos emocionales es que suelen datar de un período tan temprano que las cosas nos desconcertaban y ni siquiera disponíamos de palabras para comprender lo que sucedía.
Cuando las emociones son rápidas y toscas
La importancia evolutiva de ofrecer una respuesta rápida que permitiera ganar unos milisegundos críticos ante las situaciones peligrosas, es muy probable que salvaran la vida de muchos de nuestros antepasados, porque esa configuración ha quedado impresa en el cerebro de todo protomamifero, incluyendo los humanos. Para LeDoux: «El rudimentario cerebro menor de los mamíferos es el principal cerebro de los no mamíferos, un cerebro que permite una respuesta emocional muy veloz. Pero, aunque veloz, se trata también, al mismo tiempo, de una respuesta muy tosca, porque las células implicadas sólo permiten un procesamiento rápido, pero también impreciso», y estas rudimentarias confusiones emocionales —basadas en sentir antes que en pensar— son las «emociones precognitivas». El gestor de las emociones
La amígdala prepara una reacción emocional ansiosa e impulsiva, pero otra parte del cerebro se encarga de elaborar una respuesta más adecuada. El regulador cerebral que desconecta los impulsos de la amígdala parece encontrarse en el extremo de una vía nerviosa que va al neocórtex, en el lóbulo prefrontal. El área prefrontal constituye una especie de modulador de las respuestas proporcionadas por la amígdala y otras regiones del sistema límbico, permitiendo la emisión de una respuesta más analítica y proporcionada. El lóbulo prefrontal izquierdo parece formar parte de un circuito que se encarga de desconectar —o atenuar parcialmente— los impulsos emocionales más perturbadores.8.- Inteligencia lingüística
Artículo principal: Inteligencia lingüística
El don del lenguaje es universal y su desarrollo en los niños es sorprendentemente similar en todas las culturas. Incluso en el caso de personas sordas a las que no se les ha enseñado explícitamente un lenguaje por señas, a menudo inventan un lenguaje manual propio y lo usan espontáneamente. En consecuencia, podemos decir que una inteligencia puede operar independientemente de una cierta modalidad en el estímulo o una forma particular de respuesta.
Aspectos biológicos - Un área específica del cerebro llamada "área de Broca" es la responsable de la producción de oraciones gramaticales. Una persona con esa área lesionada, puede comprender palabras y frases sin problemas, pero tiene dificultades para construir frases más sencillas. Al mismo tiempo, otros procesos mentales pueden quedar completamente ilesos.
Capacidades implicadas - Capacidad para comprender el orden y el significado de las palabras en la lectura, la escritura, y también al hablar y escuchar.
Habilidades relacionadas - Hablar y escribir eficazmente.
Perfiles profesionales - Líderes políticos o religiosos, poetas, escritores, etc.
7.- Inteligencia musical
Artículo principal: Inteligencia musical
Los datos procedentes de diversas culturas hablan de la universalidad de la noción musical. Incluso los estudios sobre el desarrollo infantil sugieren que existe una habilidad computacional en la primera infancia hasta que el aprendizaje de notación musical proporciona más tarde, cuando es aprendido, un sistema simbólico lúcido y accesible.
Aspectos biológicos - Ciertas áreas del cerebro desempeñan papeles importantes en la percepción y la producción musical. Éstas, situadas por lo general en el hemisferio derecho, no están localizadas con claridad como sucede con el lenguaje. Sin embargo, pese a la falta de susceptibilidad concreta respecto a la habilidad musical en caso de lesiones cerebrales, existe evidencia de "amusia" (pérdida de habilidad musical).
Capacidades implicadas - Capacidad para escuchar, cantar, tocar instrumentos.
Habilidades relacionadas - Crear y analizar música.
Perfiles profesionales - Músicos, compositores, críticos musicales, etc.
6.- Inteligencia espacial
Artículo principal: Inteligencia espacial
La resolución de problemas espaciales se aplica a la navegación y al uso de mapas como sistema notacional. Otro tipo de solución a los problemas espaciales, aparece en la visualización de un objeto visto desde un ángulo diferente y en el juego del ajedrez. También se emplea este tipo de inteligencia en las artes visuales.
Aspectos biológicos - El hemisferio derecho (en las personas diestras) demuestra ser la sede más importante del cálculo espacial. Las lesiones en la región posterior derecha provocan daños en la habilidad para orientarse en un lugar, para reconocer caras o escenas o para apreciar pequeños detalles.
Los pacientes con daño específico en las regiones del hemisferio derecho, intentarán compensar su déficit espacial con estrategias lingüísticas: razonarán en voz alta para intentar resolver una tarea o se inventarán respuestas. Pero las estrategias lingüísticas no parecen eficientes para resolver tales problemas.
Las personas ciegas proporcionan un claro ejemplo de la distinción entre inteligencia espacial y perspectiva visual. Un ciego puede reconocer ciertas formas a través de un método indirecto, pasar la mano a lo largo de un objeto, por ejemplo, construye una noción diferente a la visual de longitud. Para el invidente, el sistema perceptivo de la modalidad táctil corre en paralelo a la modalidad visual de una persona visualmente normal. Por lo tanto, la inteligencia espacial sería independiente de una modalidad particular de estímulo sensorial.
Capacidades implicadas - Capacidad para presentar ideas visualmente, crear imágenes mentales, percibir detalles visuales, dibujar y confeccionar bocetos.
Habilidades relacionadas - Realizar creaciones visuales y visualizar con precisión.
Perfiles profesionales - Artistas, fotógrafos, guías turísticos, etc.
5.- Inteligencia intrapersonal
Artículo principal: Inteligencia intrapersonal
La inteligencia intrapersonal es el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimiento, la capacidad de efectuar discriminaciones entre ciertas emociones y finalmente, ponerles un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta.
Las personas que poseen una inteligencia intrapersonal notable, poseen modelos viables y eficaces de sí mismos. Pero al ser esta forma de inteligencia la más privada de todas, requiere otras formas expresivas para que pueda ser observada en funcionamiento.
La inteligencia interpersonal permite comprender y trabajar con los demás, la intrapersonal, permite comprenderse mejor y trabajar con uno mismo. En el sentido individual de uno mismo, es posible hallar una mezcla de componentes intrapersonal e interpersonales.
El sentido de uno mismo es una de las más notables invenciones humanas: simboliza toda la información posible respecto a una persona y qué es. Se trata de una invención que todos los individuos construyen para sí mismos.
Aspectos biológicos - Los lóbulos frontales desempeñan un papel central en el cambio de la personalidad, los daños en el área inferior de los lóbulos frontales puede producir irritabilidad o euforia; en cambio, los daños en la parte superior tienden a producir indiferencia, languidez y apatía (personalidad depresiva).
Entre los afásicos que se han recuperado lo suficiente como para describir sus experiencias se han encontrado testimonios consistentes: aunque pueda haber existido una disminución del estado general de alerta y una considerable depresión debido a su estado, el individuo no se siente a sí mismo una persona distinta, reconoce sus propias necesidades, carencias, deseos e intenta atenderlos lo mejor posible.
Capacidades implicadas - Capacidad para plantearse metas, evaluar habilidades y desventajas personales, y controlar el pensamiento propio.
Habilidades relacionadas - Meditar, exhibir disciplina personal, conservar la compostura y dar lo mejor de sí mismo.
Perfiles profesionales - Individuos maduros que tienen un autoconocimiento rico y profundo.
4.- Inteligencia interpersonal
Artículo principal: Inteligencia interpersonal
La inteligencia interpersonal se constituye a partir de la capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás, en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamento, motivaciones e intenciones. Esta inteligencia le permite a un adulto hábil, leer las intenciones y los deseos de los demás, aunque se los hayan ocultado. Esta capacidad se da de forma muy sofisticada en los líderes religiosos, políticos, terapeutas y maestros. Esta forma de inteligencia no depende necesariamente del lenguaje.
Aspectos biológicos - Todos los indicios proporcionados por la investigación cerebral sugieren que los lóbulos frontales desempeñan un papel importante en el conocimiento interpersonal, los daños en esta área pueden causar cambios profundos en la personalidad aunque otras formas de la resolución de problemas puedan quedar inalteradas: una persona no es la misma después de la lesión.
La evidencia biológica de la inteligencia interpersonal abarca factores adicionales que a menudo se consideran excluyentes de la especie humana:
- La prolongada infancia de los primates, que establece un vínculo estrecho con la madre, favorece el desarrollo intrapersonal.
- La importancia de la interacción social entre los humanos que demandan participación y cooperación. La necesidad de cohesión al grupo, de liderazgo, de organización y solidaridad, surge como consecuencia de la necesidad de supervivencia.
Capacidades implicadas - Trabajar con gente, ayudar a las personas a identificar y superar problemas.
Habilidades relacionadas - Capacidad para reconocer y responder a los sentimientos y personalidades de los otros.
Perfiles profesionales - Administradores, docentes, psicólogos, terapeutas.
π. – Inteligencia temporal o de la percepción del tiempo cronológico lineal
[Estos estudias aún están en etapa experimental]
Percibimos colores, sonidos y sabores gracias a los sentidos de la vista, el oído y el gusto. Pero no poseemos un sentido específico que nos permita percibir el tiempo. Por tanto, parece que debemos estimar el tiempo a partir de la percepción de otras cosas. La idea más extendida es que no percibimos el tiempo en sí, sino cambios o sucesos que ocurren en un determinado tiempo. Sin hechos externos, estimar el tiempo se convierte en una tarea complicada. Que se lo pregunten si no a Jean Paul Mairetet.
1966. Sur de Francia. Una cueva a 70 metros de profundidad. Mairetet, de 24 años, pasa 6 meses, asumimos que voluntariamente, en tal entorno. Eso sí, la cueva es "espaciosa", y Mairetet dispone de "cama, comida y luz eléctrica". No se trata de una extravagancia francesa, sino de un estudio sobre ritmos circadianos y regulación fisiológica en condiciones de aislamiento. El investigador Paul Fraisse decidió que era una buena oportunidad para también indagar en cómo se percibe el tiempo en tales condiciones. Malamente, fue su conclusión. Por ejemplo, la duración media del tiempo pasado entre el despertar y la comida, Mairetet la estimó en 4 horas, 40 minutos cuando la duración media real fue 10 horas, 26 minutos.
Fraisse atribuyó tales desajustes a la falta de sucesos cambiantes durante la estancia bajo tierra de Mairetet. Según Fraisse (1984), la estimación del tiempo pasado sería proporcional al número de cambios percibidos. Cuando los cambios son muy frecuentes, hay muchas cosas a las que prestar atención, y por ello la duración se estima como más larga. Cuando los cambios son infrecuentes, como en el caso de Mairetet, hay poco que capte nuestra atención, y la duración se estima como más corta.
Por supuesto, el que su ritmo circadiano estuviera completamente trastocado probablemente también influyó en los pésimos cálculos de Mairetet, y uno puede estar tentado de restar validez a tal estudio. No obstante, la teoría de Fraisse se basaba en varios experimentos en el laboratorio, y el estudio en la cueva era una forma más de intentar confirmar sus ideas.
¿En que consistían esos experimentos? Eran bastante sencillos y directos en realidad. A los sujetos se les presentaban situaciones con más o menos eventos (más o menos palabras que aprender o sonidos que escuchar) y después tenían que estimar por cuánto tiempo habían estado realizando tales tareas. Como venimos diciendo, cuánto más eventos, más tiempo les parecía que había transcurrido.
Más recientemente, Beckmann y Young (2009) enseñaron a sus sujetos vídeos de una esfera rotando a diferentes velocidades. Al aumentar la velocidad, aumentaba la duración percibida. Es más, con diferentes análisis y modelos matemáticos mostraron que no era simplemente la mayor velocidad, sino un incremento en la cantidad de cambios percibidos lo que llevaba a sobreestimar el tiempo transcurrido.
1966. Sur de Francia. Una cueva a 70 metros de profundidad. Mairetet, de 24 años, pasa 6 meses, asumimos que voluntariamente, en tal entorno. Eso sí, la cueva es "espaciosa", y Mairetet dispone de "cama, comida y luz eléctrica". No se trata de una extravagancia francesa, sino de un estudio sobre ritmos circadianos y regulación fisiológica en condiciones de aislamiento. El investigador Paul Fraisse decidió que era una buena oportunidad para también indagar en cómo se percibe el tiempo en tales condiciones. Malamente, fue su conclusión. Por ejemplo, la duración media del tiempo pasado entre el despertar y la comida, Mairetet la estimó en 4 horas, 40 minutos cuando la duración media real fue 10 horas, 26 minutos.
Fraisse atribuyó tales desajustes a la falta de sucesos cambiantes durante la estancia bajo tierra de Mairetet. Según Fraisse (1984), la estimación del tiempo pasado sería proporcional al número de cambios percibidos. Cuando los cambios son muy frecuentes, hay muchas cosas a las que prestar atención, y por ello la duración se estima como más larga. Cuando los cambios son infrecuentes, como en el caso de Mairetet, hay poco que capte nuestra atención, y la duración se estima como más corta.
Por supuesto, el que su ritmo circadiano estuviera completamente trastocado probablemente también influyó en los pésimos cálculos de Mairetet, y uno puede estar tentado de restar validez a tal estudio. No obstante, la teoría de Fraisse se basaba en varios experimentos en el laboratorio, y el estudio en la cueva era una forma más de intentar confirmar sus ideas.
¿En que consistían esos experimentos? Eran bastante sencillos y directos en realidad. A los sujetos se les presentaban situaciones con más o menos eventos (más o menos palabras que aprender o sonidos que escuchar) y después tenían que estimar por cuánto tiempo habían estado realizando tales tareas. Como venimos diciendo, cuánto más eventos, más tiempo les parecía que había transcurrido.
Más recientemente, Beckmann y Young (2009) enseñaron a sus sujetos vídeos de una esfera rotando a diferentes velocidades. Al aumentar la velocidad, aumentaba la duración percibida. Es más, con diferentes análisis y modelos matemáticos mostraron que no era simplemente la mayor velocidad, sino un incremento en la cantidad de cambios percibidos lo que llevaba a sobreestimar el tiempo transcurrido.
Saliendo del laboratorio, Pedersen y Wright (2002) intentaron simular situaciones más cercanas a la vida real. Por ejemplo, en medio de una explicación del profesor, un estudiante irrumpe en el aula gritando: “Estoy harto de tanta psicología, es aburrida, y usted es un tostón que me tiene hasta las narices”. El profesor le pide que se calme y entonces, de repente, el estudiante le coge el maletín, sale corriendo del aula, y el profesor tras él para alcanzarle. Desde que el estudiante entra en la clase hasta que el profesor sale persiguiéndole pasan 19.8 segundos. Al preguntar al resto de alumnos en clase cuánto tiempo había transcurrido, la media estimada fue de 30 segundos, y más del 10% dijeron que más de un minuto.
Cuantos más cambios y variaciones, más largo nos resulta el tiempo pasado; pocos cambios hacen que nos resulte más corto. Volviendo al tema original que comenzó esta serie sobre la percepción del tiempo, no creo que es arriesgado inferir que la sensación de que a medida que envejecemos el tiempo parece acelerarse es debida a la disminución de situaciones novedosas y cambiantes, más que al paso del tiempo en sí.
Cuantos más cambios y variaciones, más largo nos resulta el tiempo pasado; pocos cambios hacen que nos resulte más corto. Volviendo al tema original que comenzó esta serie sobre la percepción del tiempo, no creo que es arriesgado inferir que la sensación de que a medida que envejecemos el tiempo parece acelerarse es debida a la disminución de situaciones novedosas y cambiantes, más que al paso del tiempo en sí.
3.- Inteligencia lógica-matemática
Artículo principal: Inteligencia lógica-matemática
En los individuos especialmente dotados en esta forma de inteligencia, el proceso de resolución de problemas a menudo es extraordinariamente rápido: el científico competente maneja simultáneamente muchas variables y crea numerosas hipótesis que son evaluadas sucesivamente y posteriormente son aceptadas o rechazadas.
Es importante puntualizar la naturaleza no verbal de la inteligencia matemática. En efecto, es posible construir la solución del problema antes de que ésta sea articulada.
Junto con su compañera, la inteligencia lingüística, el razonamiento matemático proporciona la base principal para los test de CI. Esta forma de inteligencia ha sido investigada en profundidad por los psicólogos tradicionales y constituye tal vez el arquetipo de "inteligencia en bruto" o de la validad para resolver problemas que supuestamente pertenecen a cualquier terreno. Sin embargo, aún no se comprende plenamente el mecanismo por el cual se alcanza una solución a un problema lógico-matemático.
Capacidades implicadas - Capacidad para identificar modelos, calcular, formular y verificar hipótesis, utilizar el método científico y los razonamientos inductivo y deductivo.
Habilidades relacionadas - Capacidad para identificar modelos, calcular, formular y verificar hipótesis, utilizar el método científico y los razonamientos inductivo y deductivo.
Perfiles profesionales - Economistas, ingenieros, científicos, etc.
2.-Inteligencia naturalista
Artículo principal: Inteligencia naturalista
Se describe como la competencia para percibir las relaciones que existen entre varias especies o grupos de objetos y personas, así como reconocer y establecer si existen distinciones y semejanzas entre ellos.
Los naturalistas suelen ser hábiles para observar, identificar y clasificar a los miembros de un grupo o especie, e incluso para descubrir nuevas especies. Su campo de observación más afín es el mundo natural, donde pueden reconocer flora y fauna, y utilizar productivamente sus habilidades en actividades de caza, ciencias biológicas y conservación de la naturaleza.
Pero puede ser aplicada también en cualquier ámbito de la ciencia y la cultura, porque las características de este tipo de inteligencia se ciñen a las cualidades esperadas en personas que se dedican a la investigación y siguen los pasos propios del método científico.
En realidad todos aplicamos la inteligencia naturalista al reconocer plantas, animales, personas o elementos de nuestro entorno natural. Las interacciones con el medio físico nos ayudan a desarrollar la percepción de las causas y sus efectos y los comportamientos o fenómenos que puedan existir en el futuro; como por ejemplo la observación de los cambios climáticos que se producen en el transcurso de las estaciones del año y su influencia entre los humanos, los animales y las plantas.
Gardner postula que este tipo de inteligencia debió tener su origen en las necesidades de los primeros seres humanos, ya que su sobrevivencia dependía en gran parte del reconocimiento que hicieran de especies útiles y perjudiciales, de la observación del clima y sus cambios y de ampliar los recursos disponibles para la alimentación
1.-Inteligencia paralela
Algunos psicólogos han dado el nombre de inteligencia paralela a aquélla que permite encontrar soluciones a problemas que en apariencia no la tienen. Yo creo que son personas que no quedan capturadas en las realidades paradigmáticas que sutilmente se les inducen, esto es en el campo del conocimiento, en el deporte o en diferentes problemas que requieren solución. No se someten a los criterios imperantes, saben trascenderlos y superarlos, son transgresores en el buen sentido de la palabra. No se dejan llevar por la corriente de pensamiento dominante, se desprenden de ella y crean una nueva concepción de la realidad, más amplia y operativa.
Paradigma: es un supuesto inicial con valor de verdad, inicialmente es constitutivo del conocimiento, sin él no existe un segundo paso ya que éste es el primero. Pero posteriormente puede convertirse en un techo del progreso. Un ejemplo de paradigma es EL SOL GIRA ALREDEDOR DE LA TIERRA o NO SE PUEDE DAR LA VUELTA AL MUNDO EN BARCO o NO PUEDO GANAR ESTE TORNEO. Un Paradigma no es por fuerza cierto, pero la mayoría de la gente puede concierarlo así, incluso mantenerlo en su cultura (en la actualidad solemos decir "el sol sale por el este y se pone por el oeste" en lugar de descirbir el movimiento de rotación de la tierra de oeste a este, que es lo que caisa la viariación de la relación de perpendicularidad entre el observador y la luz del Sol).
Como nota: Las personas que han demostrado estos dotes de genialidad de la inteligencia paralela que les permite llegar desde el punto A hasta el punto C sin la necesidad de pasar por B, comentan que más que estar pensando o sintiendo la infromación, simplemente les llega desd algún lugar.
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